Aunque parezca increíble, la zanahoria se viene utilizando en la elaboración de pasteles dulces desde la Edad Media.
En aquella época, los endulzantes y el azúcar eran muy caros y escasos y, sin embargo la zanahoria (que contiene bastante azúcar) era más fácil de encontrar por lo que se utilizaba para endulzar los postres.
Vamos a comenzar con este delicioso y exquisito bizcocho.
Ingredientes
200 gramos de harina
250 gramos de zanahoria cruda rallada
125 ml de aceite de oliva
200 gramos de azúcar moreno
4 huevos
50 gramos de nueces picadas
1 sobre de levadura
1 cuchara pequeña de canela en polvo
1 pizca de sal
Elaboración
Empezamos batiendo (mejor con varillas) en una fuente los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa, momento en el que incorporamos el aceite para continuar batiendo hasta que esté bien integrado con los ingredientes anteriores.
En este punto, sumamos a la mezcla la cucharada pequeña de canela y la pizca de sal, continuamos batiendo e incorporamos la harina y la levadura tamizadas. Revolvemos poco a poco, con movimientos envolventes, para ir integrándolas con el resto de ingredientes.
Ahora toca sumar la zanahoria rallada y las nueces picadas.
Mezclamos bien y vertemos la masa sobre un molde de horno que habremos preparado untándolo con mantequilla y espolvoreándolo con un poco de harina o bien forrándolo con papel vegetal.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Introducimos el molde en el horno durante 40 minutos aproximadamente.
Comprobamos si está hecho pinchándolo con un tenedor, si sale limpio, el bizcocho está listo.
Lo sacamos del horno y dejamos que enfríe un poco antes de desmoldarlo.
Un truco para evitar que el bizcocho quede humedecido por debajo consiste en que, una vez desmoldado, lo coloquemos sobre una rejilla para que termine de enfriar.
¿Un chocolate caliente para acompañar este bizcocho?
¡Buen provecho!
YMI