Yasodhara López. La fruta es uno de los alimentos estrella en estos meses en los que el calor más aprieta (bueno…esperemos que lleguen ya…), con el calor nuestro apetito casi se esfuma y la fruta es una gran opción, nos refresca a la vez que disfrutamos con su sabor. Entre todas las frutas de verano destacan dos que se asocian indiscutiblemente a esta calurosa época, se trata del melón y la sandía. Para muchos ha existido una rivalidad entre ambas, aunque a mí me gustan por igual, ¿Qué las diferencia en realidad?

Lo primero de todo es que NO SON FRUTAS sino hortalizas. El melón y la sandía pertenecen a la familia de las cucurbitáceas (como la calabaza o el pepino) y para cultivarlos en las mejores condiciones, Deben

Fuente: https://www.flickr.com/photos/9074415@N05/998663067/
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combinarse temperaturas cálidas y suelos secos (para los melones) o muy húmedos (para las sandías).

Es cierto que ambas frutas comparten algunas características, como su alto contenido en agua. Casi el 90% de su estructura es agua, aunque en el caso de la sandía es mayor que en el del melón.. Ambas son muy bajas en calorías, tienen menos azúcar que otras frutas como la manzana, la pera o la naranja.

Pero a la hora de hablar de los beneficios nutricionales las diferencias se disparan. La sandía tiene más agua en su composición y muy poco azúcar, así como también tiene un  alto contenido en vitamina C y A y en

minerales como el potasio que se encargan de regular nuestro organismo. Frente a esto el melón también contiene altas dosis de ambas vitaminas, concretamente en lo que se refiere a la vitamina C tiene mucha más cantidad que la sandía, y es que el melón puede ayudarnos a conseguir la mitad de la cantidad de vitamina C que nuestro cuerpo requiere cada día.

La sandía es una fuente importante de licopeno, un potente antioxidante que ayuda a nuestras células a permanecer jóvenes por más tiempo. El melón en cambio contiene otras vitaminas y elementos que en la sandía se encuentran en cantidades mucho más inferiores, como es el caso de las vitaminas del grupo B,

 Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Santa_Claus_melon#mediaviewer/File:Piel_De_Sapo_Melon.jpg

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esenciales para mantener nuestros tejidos jóvenes por más tiempo. Ambos nutrientes son necesarios para lograr un buen funcionamiento del organismo.

Ambas frutas son una fuente importante de fibra, lo que las dota de un alto poder laxante.

Después de esta diatriba  científica, yo os digo… ¿Por qué elegir sólo una? El mundo culinario está lleno de variedad, ¡¡Vamos a aprovecharla!!

Y ahora llega la duda de todos los grandes gourmets… ¿Cómo elegir un buen melón ó sandía? Porque es cierto que están muy buenos, pero cuando están en su punto….porque ¿Quién no ha abierto un melón ya pensando en su dulce jugo y se ha encontrado con “un pepino”?

Pues he estado buscando los mejores trucos para hacer una buena elección y me he ido a una fuente fiable a

Fuente: https://www.flickr.com/photos/seeingthings/273750696/sizes/m/in/photostream/
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buscarlos para vosotros, la OCU, aquí os desvelo los secretos de cómo  elegir el mejor melón ó sandía en diez pasos:

  • 1. De mayo a octubre: el melón y la sandía deben tomarse en su época (entre finales de mayo y primeros de octubre). Siempre tendrán más calidad que los productos de invernadero (importados de América y África) que podemos encontrar el resto del año.
  • 2. En la cima del montón: los ejemplares que en la frutería están arriba del todo sufren menos golpes y suelen estar en mejores condiciones.
  • 3. Duros al tacto: la falta de firmeza indica que están pasados.
  • 4. Sin grietas: descarta los que tengan defectos, pero sin obsesionarte. Una manchita más clara no es mal síntoma: el fruto puede estar maduro pero esa es la zona que reposaba sobre la tierra durante el cultivo.
  • 5. El toquecito y la compresión: la sandía se golpea levemente y si está en su punto sonará a hueco. El melón se aprieta por sus extremos: si está en su punto la base cederá ligeramente y el otro extremo (el pedúnculo) se abombará un poco.
  • 6. Aroma de fruta madura: la zona del pedúnculo debe oler a fresco.
  • 7. Color moderado: los melones verde intenso aún no están en su punto, aunque en la sandía hay más matices.
  • 8. Comprados en piezas: la ventaja es que a simple vista verás si están maduros. El inconveniente es que se pierde frescura respecto a un melón o una sandía recién cortados.
  • 9. Cortar y conservar: en el melón hay que eliminar los dos extremos (en la sandía no hace falta) y apartar las semillas. Lo que sobre se guarda en la zona menos fría de la nevera, bien tapado para que no coja olores.
  • 10. Y si aun así fallas: comprar un melón o una sandía que aún no han madurado no es el fin del mundo. Lo importante es darte cuenta antes de abrirlos. Puedes hacerlos madurar en casa guardándoles en una habitación seca y fresca.

 

Fuentes documentales:

http://www.vitonica.com

http://www.ocu.org

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