Aunque el aspecto de estas galletas no resulte muy atractivo, su sabor atrapa por completo.
Ésta es una receta perfecta para aprovechar esas claras de huevo que quedan pendientes en otras recetas en las que sólo participan las yemas.
Y, al no utilizar harina para su preparación, son perfectas para las personas celíacas.
Si las guardamos en botes con cierre hermético, su sabor y textura se mantendrán en buenas condiciones alrededor de 10-15 días.
Ingredientes
- 250 gramos de almendras molidas
- 250 gramos de avellanas molidas
- 300 gramos de azúcar glas
- 5 claras de huevo
Elaboración
Para comenzar, y ayudándonos de una batidora y sus varillas, vamos a preparar el merengue batiendo las claras y, cuando vayan llegando al punto de nieve, incorporamos el azúcar glas poco a poco. Continuamos batiendo hasta obtener un merengue firme y brillante.
A continuación, mezclamos las almendra y avellanas molidas con el merengue removiendo con suavidad todos los ingredientes hasta que se integren.
Toca poner el horno a precalentar a 170 grados con calor arriba y abajo.
Mientras el horno alcanza la temperatura adecuada, forramos la bandeja del horno con papel de horno y colocamos sobre él bolitas hechas con la masa.
Introducimos la bandeja en el horno durante 10-15 minutos, y veamos que las galletas ya están doradas.
Las sacamos del horno y dejamos que enfríen antes de pasarlas a una fuente y después a un bote con cierre hermético que permitirá que se conserven muy bien y podamos disfrutar de estas galletas en las meriendas durante unos cuantos días.
¡Buen provecho!
