Utilizando cerveza, convertiremos un pollo guisado en algo excepcional, diferente a lo que estamos acostumbrados a encontrar en el plato. Puede resultar difícil de imaginar, sobre todo si pensamos en ese sabor amargo que puede tener la cerveza. Pero contaremos con unas aliadas importantes a la hora de suavizar ese posible amargor: las verduras de sabor dulce, como  por ejemplo las cebollas o las zanahorias.

En cuanto al tipo de cerveza, podemos emplear la que más nos guste:

Rubia (más suave)
Tostada
Negra (que imprimirá todo su carácter al guiso).
Ingredientes

4 muslos de pollo
1 cebolla mediana
1 zanahoria
1/2 de cerveza
Harina
Pimienta negra
Sal
Aceite de oliva
Elaboración

Comenzamos nuestra receta salando los muslos de pollo para pasar a sellarlos después.

Para sellarlos, primero los pasaremos por harina y, a continuación, los freiremos en una sartén con unas 6-8 cucharadas de aceite de oliva bien caliente, durante 3-4 minutos, dejando que cojan color. Los sacamos y reservamos.

Pelamos y partimos la cebolla y la zanahoria pasando a pocharlas en la sartén con el aceite en el que sellamos los muslos, y las salpimentamos.

Una vez pochadas, vertemos la cerveza y dejamos al fuego unos 2-3 minutos para que se evapore el alcohol.

Toca incorporar los muslos de pollo.

Mantenemos todo a fuego suave entre 40-45 minutos aproximadamente, hasta que los muslos queden tiernos.

 

Parece que apetece acompañar este plato con unas patatas cocidas, aliñadas con una mezcla de tomillo, miel y mostaza ligado todo con un chorro de aceite de oliva y unas gotas de vinagre de Módena.

 

¡Buen provecho!

YMI

Entradas relacionadas

Deja un comentario