El día 27 de enero está señalado como el día mundial del pastel de chocolate.
La historia del pastel de chocolate se remonta a mediados del siglo XVIII, cuando el estadounidense James Baker descubrió como hacer chocolate moliéndolos granos de cacao.
A principios del siglo XIX fue Cienraad Van Houten el que comenzó a elaborar manteca de cacao.
Ya a finales del siglo XIX, Rodolphe Lindt, desarrolló un proceso que permitía hacer el chocolate más homogéneo y suave, siendo así mucho más fácil hornear con chocolate, logrando que se uniese perfectamente con la masa del pastel.
Y como el chocolate , además de ser un excelente ingrediente para la preparación de postres, es un antidepresivo natural, es bueno para el corazón, aporta gran cantidad de fibra, resulta bueno para la piel,…, qué más argumentos se pueden necesitar para comenzar a preparar esta receta.
Ingredientes
200 gramos de harina
1 sobre de levadura
3 huevos
150 gramos de azúcar
150 ml de leche
100 gramos de mantequilla
50 gramos de cacao en polvo (70%)
Azúcar glas (opcional)
Elaboración
Comenzamos a preparar este delicioso bizcocho poniendo en una fuente los huevos y el azúcar para abatirlos con una batidora con varillas hasta que la mezcla blanquee y esté espumosa.
A continuación, añadimos la harina, la levadura y el cacao en polvo, tamizándolo para que no aparezcan grumos, volviendo a batir todo hasta que los ingredientes estén bien mezclados.
Nos queda por sumar a la masa, la leche y la mantequilla derretida y removemos hasta que también estén bien integradas en la masa.
Ahora, forramos un molde apto para horno con papel de horno, lo untamos con un poco de mantequilla y vertemos la masa en él para pasar a introducir el molde en el horno, a 180 grados, durante 35-40 minutos.
Pasado ese tiempo, comprobamos si el bizcocho está listo pinchándolo con un palillo, si el palillo sale limpio, el bizcocho está hecho.
Esperamos que temple un poco antes de desmoldarlo.
Dejamos que enfríe y le damos un toque especial espolvoreándolo con azúcar glas antes de servirlo.
¡Buen provecho!