La receta de hoy se trata de un postre típico de los Valles Pasiegos (Cantabria), de textura cremosa, sabor suave y dulce.
Aunque la forma tradicional de prepararla necesita cuajo, que puede resultar un poco complicado de encontrar, podemos sustituirlo por yogur natural, con el que también resultará una quesada cremosa y deliciosa.
Receta sencilla y exquisita. Comencemos.
Ingredientes
250 gramos de azúcar
2 huevos
100 gramos de mantequilla
500 ml de leche
1 yogur natural (tipo griego)
150 gramos de harina
Ralladura de 1 limón
Una cucharadita de canela
Elaboración
Comenzamos batiendo en una fuente los huevos con el azúcar hasta conseguir una mezcla blanquecina.
Incorporamos a esta mezcla la mantequilla a temperatura ambiente y revolvemos muy bien hasta que se integre. Pasamos a añadir la leche y seguimos revolviendo todo.
Le toca el turno a la ralladura de limón y la pizca de canela, le damos unas cuantas vueltas antes de pasar a sumar el yogur.
Mezclamos todo muy bien y poco a poco incorporamos la harina tamizada procurando acabar con todos los posibles grumos que intenten surgir.
Un truco, si vemos que la masa no acaba de quedar bien fina, pide ayuda a la batidora, seguro que será una buena aliada.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Engrasamos una fuente apta para horno, vertemos en ella la masa y la introducimos en el horno unos 55 minutos.
Pasado ese tiempo, dejamos que repose dentro del horno otros 5 minutos, la sacamos y dejamos que se enfríe sin prisa.
Al enfriar se volverá más consistente.
Si la preparamos con antelación y la dejamos reposar, ganará en sabor y textura.
Seguro que estará para chuparse los dedos.
¡Buen provecho!.
YMI