El queso mascarpone, originario del norte de Italia, es un queso suave que se puede untar con facilidad , que presenta más contenido en grasa y un punto más ácido que el queso en crema.
Aunque lo asociemos rápidamente con el Tiramisú, el queso mascarpone, que presenta más contenido en grasa y un punto más ácido que el queso crema, puede utilizarse para preparar gran variedad de recetas tanto dulces como saladas.
En esta receta, el queso mascarpone nos va a ayudar a preparar un postre rápido, sencillo, fresco y delicioso.
Ingredientes
1 tarrina de queso mascarpone
150 gramos de nata para montar
1 bote de mermelada de melocotón
40 gramos de azúcar glas
Elaboración
Comenzamos mezclando en una cuenco el queso mascarpone con el azúcar y reservamos.
A continuación, semimontamos la nata y, para ello, es mucho mejor tener bien fríos tanto la nata como la fuente donde vamos a batir la nata, como las varillas de la batidora que vamos a utilizar.
Comenzamos a batir la nata a velocidad lenta durante 2-3 minutos para pasar a velocidad más rápida hasta que veamos que la nata comienza a montarse, momento en el que paramos de batir y sumamos la mezcla del queso mascarpone con el azúcar glass a la nata.
Removemos con movimientos suaves hasta que se integren bien los ingredientes y pasamos a montar los vasitos.
Empezamos con una capa de mermelada de melocotón, a continuación colocamos sobre ella una capa de crema de queso mascarpone el triple de gruesa que la capa de mermelada para terminar con una capa fina de mermelada de melocotón.
Una vez montados los vasitos, los introducimos en la nevera un mínimo de 2 horas (cuanto más tiempo estén en la nevera, presentarán más consistencia y estarán más cremosos).
Antes de servirlos y para darles un toque especial, podemos espolvorearlos con fideos de chocolate o con trocitos de frutos secos.
¡Buen provecho!
