Yasodhara López. ¡Feliz viernes primaveral a todos!, para celebrar la entrada de la primavera voy a hablaros de setas, bueno, en realidad de una seta muy especial que crece en los sotos de castaños bercianos. Bajo el abrigo de los castaños centenarios del Bierzo renace en la primavera un manjar muy especial, se trata de la Cantharellus cibarius , adquiere muchos nombres según la región, algunos de ellos os los dejos aquí: rebozuelo, cantarelus, cabrilla, rossinyol, anacate, cantarela,…, a mí personalmente el que más me gusta es Cantarela, no sé si porque me suena musical ó porque así es como la llamó un amigo la primera vez que me la presentó, pero de ahora en adelante me referiré a ella con este apelativo cariñoso.
Se trata de una seta muy fácil de distinguir a simple vista por su seductor color amarillo. Hasta tal punto es de sencillo, que quizás sea una de las setas que mejor se distingan del resto de compañeras
y eso es claramente un dato importante para una recolección sin riesgos (por su morfología única). Dicen que sólo se la podría confundir con la seta de olivo (Omphalotus Olearius) o con la Hygrophoropsis aurantiaca o falso robezuelo, dos setas muy abundantes en nuestra geografía, una venenosa (la de olivo) y la otra no. Sólo en algunos estados de crecimiento puede dar motivo a algunas confusiones entre los más inexpertos aunque en su madurez, las diferencias son claras a poco que la conozcamos. Ya sabéis, ante la más mínima duda, pedid consejo a un experto en la materia o acudid a un centro de interpretación micológica, aquí en El Bierzo tenemos a la Asociación Micológica Berciana Cantharellus, que nació en el año 1996 para dar a conocer el fascinante
mundo de la micología en la sociedad y que desde hace muchos años ayudan a todo el que quiera acercarse a identificar ejemplares de hongos.
A menudo se las encuentra medio enterradas bajo la hojarasca, la hierba o el musgo, y nacen en tierra, algo que no ocurre con las setas de olivo que nacen en maderos o en olivares. Es una seta que como muchas otras necesitan de abundante humedad, aunque gracias a un mecanismo muy particular de hidratación, es capaz de sobrevivir tras varios días de mucho calor ya que dependiendo de las zonas crece en verano. En climas propensos a la humedad, como lo es nuestro querido Bierzo (nadie lo pone en duda después de estos casi dos largos meses de lluvias…) es normal verlas desde finales de primavera hasta el mes de Octubre.
Fuente: www.valdorba.org
Ahora toca un poco de jerga setera, que no se puede obviar: el sombrero de la Cantarela es muy atractivo, es en forma de copa y de un color amarillo intenso. La seta mide entre 3 y 12 cm dependiendo de la edad, y posee un pie grueso del mismo color. La carne es elástica, la leche que desprende es blanca, es fibrosa en el pie y dicen que desprende un olor parecido al albaricoque. Por último comentaros que esta maravilla es de sabor dulce y posee mucho valor culinario, sobre todo acompañando a carnes, pescados e incluso pastas. Es curioso, pero es una seta que las larvas, esos enemigos de los aficionados seteros, odian consumir y eso que nutritivamente es muy valiosa, y claro, este simple detalle hace que gane muchos puntos a la hora de recogerlas. Comentan que es posible que se deba a que contiene alguna sustancia que los repele y que para nosotros es inocua (al menos en pocas cantidades).
Para no perder la costumbre, vamos a una parte siempre presente en la cabeza de todo buen gourmet que se precie: ¿Cómo se come? Pues os diré que aparte del socorrido y delicioso revuelto que funciona tan bien para la mayoría de las setas, os podéis encontrar con multitud de recetas para aprovechar el potencial de la Cantarela, yo os he seleccionado dos ejemplos que me han gustado especialmente y que vienen del blog de “Gastronomía en Verso” (Qué nombre tan apropiado, ¿No?), aquí os las dejo, como siempre con el enlace donde os explican paso a paso cómo elaborar estas osadas recetas:
Como primera opción os propongo una “Aguja de Ternera Vianesa guisada con brócoli y Cantharellus cibarius” que sólo de pensarlo (y ver la foto de este plato) ya se empieza a salivar…
Y para los más golosos y atrevidos, ¿Por qué no unos “Bombones de Cantharellus cibarius”? A mí me parece una gran forma de rematar una comida junto con una larga sobremesa, ¿Y a vosotros?
Después de leer toda esta información os propongo una cosa, acercaos al soto de castaños más próximo que tengáis, ya que además de dar un paseo por un bosque mágico os podéis llevar alguna sorpresa “cantarina” a casa.
Fuente imagen de portada: http://gastronomiaenverso.blogspot.com.es
Fuentes documentales:
