Aunque parezca increíble, la palabra “lasaña” tiene su origen en el término griego “Lasanon”, que hacía referencia a la cazuela en la que se preparaba.
Cocinar lasaña puede parecer más aparatoso de lo que realmente es; eso sí, su preparación sí que es entretenida.
No existe una única opción para elaborar este plato. Podemos utilizar láminas de pasta, verdura a modo de láminas,…Podemos preparar relleno de verduras con carne, de verduras con pescado, relleno sólo de verduras…
Aunque lo habitual era que fuese un plato de invierno, se puede decir que resulta perfecta para cualquier época del año.
Ingredientes
Para la lasaña:
- 1 paquete de láminas de pasta
- 2 calabacines medianos
- 2 berenjenas medianas
- 2 tomates medianos
- 8 lonchas de queso mozzarella
- Salsa de tomate (un poco)
- Queso rallado
- Aceite de oliva
- Sal
Para la bechamel:
- ½ litro de leche (aproximadamente)
- 4 cucharadas de harina
- 3 cucharadas de mantequilla
- 1 pizca de sal
- Especias como orégano, nuez moscada,…(opcional)
Elaboración
Ponemos a fuego fuerte una cazuela con agua, una pizca de sal y unas gotas de aceite y, cuando el agua comience a hervir, echamos en ella las láminas de pasta, de una en una, procurando que no se peguen entre ellas. Mantenemos al fuego durante 6-8 minutos y comenzamos a sacar las láminas, colocándolas sobre un paño de cocina, dejándolas en él hasta que tengamos preparadas las verduras.
Lavamos muy bien los calabacines, las berenjenas y los tomates y, sin pelar, los cortamos en rodajas finas.
Colocamos las rodajas de las berenjenas sobre un plato y las salamos (poco) dejándolas entre 15-20 minutos para que suelten el agua. Pasado ese tiempo, les damos un agua y las secamos un poco con papel de cocina.
A continuación colocamos una sartén al fuego con un par de cucharadas de aceite y pasamos, de manera ordenada, las verduras por ambos lados hasta que se doren un poco. Las sacamos a una fuente y salamos.
Cubrimos el fondo de otra fuente ,apta para el horno, con salsa de tomate, no mucha, lo justo para que quede untado, y colocamos una capa de láminas de pasta, una capa de rodajas de calabacín, otra de rodajas de berenjena, otra capa de lonchas de queso mozzarella y otra capa de rodajas de tomate.
Repetimos el proceso cerrando con una última capa de lámina de pasta.
Llega el momento de preparar la bechamel.
Ponemos un cazo con la mantequilla a fuego suave. Cuando ya esté líquida, añadimos las cucharadas de harina y removemos muy bien hasta que se forme una pasta uniforme. Entonces vertemos medio vaso de leche y seguimos removiendo para formar una masa homogénea. Incorporamos el resto de la leche y seguimos removiendo hasta conseguir una salsa fina.. Añadimos una pizca de sal y alguna especia si nos apetece. Mantenemos a fuego suave durante todo el proceso.
Cuando veamos que la salsa ya muestra una textura adecuada, apartamos el cazo del fuego, dejando reposar un par de minutos, y la vertemos sobre la lasaña ya montada. Tenemos que tener en cuenta que la bechamel, al ir enfriando, espesará, por lo que es aconsejable preparar una bechamel algo líquida porque “engordará”.
Espolvoreamos la bechamel con el queso rallado e introducimos al horno, ya precalentado, a 220 grados, entre 25-30 minutos, hasta que veamos que la capa de arriba ya está dorada.
Será perfecta una ensalada de tomate y aguacate para acompañar esta lasaña.
YMI
¡Buen provecho!