Garbanzos con callos

Plato muy adecuado para esos días de invierno en los que el cuerpo nos pide algo caliente que lo reconforte.

Podemos prepararlo de varias formas, pero hoy vamos a elegir una de las más sencillas, en la que optaremos por unos callos en conserva, ya preparados, que “mejoraremos” un poco y con los que ahorraremos trabajo y tiempo.

También echaremos mano de esa gran aliada que es la olla exprés.

 

Ingredientes

400 gramos de garbanzos
½ cebolla
1 zanahoria
1 patata mediana
Salsa de tomate
1 loncha de jamón serrano (de un dedo de grosor aproximadamente)
1 lata de callos en conserva (320 gramos)
Sal
Aceite
Elaboración

La noche anterior ponemos los garbanzos a remojo en agua caliente con sal.

Al ponerlos a remojo, los hidratamos, aumenta su tamaño y reducimos el tiempo de cocción.

 

El siguiente paso será mejorar un poco los callos. Para ello, ponemos al fuego una sartén con 2 cucharadas de aceite y, cuando esté caliente, incorporamos la loncha de jamón serrano partida en trozos pequeños, les damos un par de vueltas. A continuación añadimos los callos y mantenemos al fuego unos 10 minutos. En la misma sartén, con unas tijeras, los cortamos en trozos más pequeños, mucho mejor tamaño para elaborar este plato. Una vez listos, reservamos.

Partimos la cebolla y la zanahoria en trozos pequeños.

Colocamos la olla exprés al fuego con 4-5 cucharadas de aceite, cuando esté cliente echamos la cebolla y la zanahoria partidas, la mantenemos a fuego suave para que se rehoguen, momento en el que añadiremos 5 cucharadas de salsa de tomate.

Le damos a todo un par de vueltas y sumamos los garbanzos escurridos y la patata partida en trozos no muy grandes, cubrimos con agua (dos dedos por encima aproximadamente) y añadimos un poco de sal.

Cerramos la olla y dejamos que pasen 20 minutos desde que comienza la válvula a dar vueltas. Una vez que pierda presión, la abrimos con cuidado y sumamos los callos.

Cerramos la olla otra vez y mantenemos al fuego unos 15 minutos más (siempre contados desde que la válvula comienza a dar vueltas).

Dejamos que la olla pierda presión nuevamente, abrimos y probamos el punto de sal, rectificando si fuera necesario.

Comprobamos también si los garbanzos están en su punto justo (cosa que tendría que ser, y si no es así, los volvemos a poner al fuego otro poco).

 

Que nuestra receta repose un poco …..una buena hogaza de pan y a comer.

 

¡Buen provecho!

 

YMI

Entradas relacionadas

Deja un comentario