Yasodhara López. Llegan los días de calor y ya empieza a apetecer un “gazpachito”, ¿A qué si? Si he de ser sincera, hasta hace poco tiempo yo no era una persona muy de gazpachos, pero he de reconocer que desde hace un par de años mi paladar cada vez agradece más esta sopa fría, especialmente en los meses de verano.
Hay muchos trucos y recetas dentro del mundo “gazpachil”, y yo me he dedicado a hacer una ardua labor de investigación para vosotros y recoger las ideas que me han parecido mejores, para que vuestros gazpachos sean más sabrosos y refrescantes este veranito.
Lo primero y más importante, existen multitud de variantes y recetas, pero el gazpacho, que sea GAZPACHO,
y que parezca precisamente eso, y para hacer un gazpacho… ¿Qué es lo más importante? Pues, EL TOMATE, por supuesto. Mucha gente cree que como se tritura y no se ve…todo vale ¡Pues no! La diferencia entre un buen gazpacho y una crema roja precisamente está aquí, un buen tomate hará que nuestro plato quede sabroso y con consistencia. Y si os preguntáis qué variedad de tomate es mejor…esto ya es cuestión de gustos, a mi me gusta el “tomate de pera”, pero cada uno que pruebe y decida, eso sí, ¡bien maduro!.
Y el resto de INGREDIENTES…si nos vamos al gazpacho más “cañí”, serían CEBOLLA, AJO, PIMIENTO y PEPINO, este último depende de gustos…pero no os olvidéis de que el sabor que tiene que llegar directo a vuestras papilas siempre tiene que ser el del tomate, el resto son “extras” que aportan sabor, pero hay que usarlos en su justa medida.
Y por último…EL ALIÑO, pues cómo no, deciros que uséis unos buenos aceite, vinagre y sal, pero también con moderación, porque se trata de aliñar, no de tapar sabores. Un truco para conseguir potenciar el sabor de nuestro gazpacho es picar todos los ingredientes, aliñarlos, tapar y dejar que repose, que macere, desde unas horas hasta de un día para otro, de esta forma los sabores se intensifican y se integran para dar lugar a un “súper gazpacho”.
¿Hay más opciones de ingredientes? Por supuesto, para los que quieran probar pueden añadir frutas que den
un punto dulce, por ejemplo fresas, cerezas y melocotones, ó incluso olvidarnos del tomate y lanzarnos a un gazpacho verde de menta y hierbabuena con diversa verduras, ¿Qué no es un gazpacho? Bueno, es cierto, es algo distinto, pero sigue siendo esencialmente vegetariano, que es otra de las bases de este gran plato, porque, por mucho que en algunos sitios se empeñen, el gazpacho consta de verduras y hortalizas.
¿Y el pan? Pues esto va en gustos, la verdad, pero para los que no quieran utilizarlo, que sepan que consiguiendo emulsionar bien el gazpacho (lo cual sucede al mezclar el aceite, vinagre y agua de los ingredientes y batirlos bien) se consigue que éste quede bien ligado sin recurrir al pan, pero para los que prefieran utilizar un poco de miga de pan ¡adelante! Pero con moderación, y que sepáis que también se puede recurrir a los frutos secos (almendras y piñones en especial) para conseguir esto y de paso aportar un toque especial a nuestro gazpacho.
Y ahora, ya por último, voy a hablar de la guarnición, los “tropezones”, a los que os guste encontraros trozos
de diferentes texturas y sabores en vuestro gazpacho, ¡adelante también!, está buenísimo y es una forma de variar y enriquecer nuestro plato base, pero no os olvidéis de quién es el protagonista aquí, se trata de un “aderezo”, de “algo más”, no del plato en sí, lo que debe predominar es esa sopa fría llamada GAZPACHO, no los “tropezones”, ¿entendido?
Así pues, id a comprar una buena cesta de verduras y hortalizas, armaros de una batidora y ¡a por él! A disfrutar de este plato tan sabroso como sano y refrescante.