1 barra de pan del día anterior (preferiblemente tipo baguette o similar)
1 litro de leche entera
200 g de azúcar
La cáscara de 1 limón
La cáscara de 1 naranja
4 huevos grandes
Aceite vegetal (para freír)
Canela en polvo (opcional)
Miel o sirope de arce (opcional)
Instrucciones
Corta el pan en rebanadas de aproximadamente 2 cm de grosor. Si el pan es demasiado fresco, puedes tostarlo ligeramente en el horno para que absorba mejor la leche.
En una olla grande, calienta la leche junto con la cáscara de limón y la cáscara de naranja. Añade también la mitad del azúcar. Lleva la leche a fuego medio hasta que esté caliente pero no hirviendo, luego retira del fuego y deja que se enfríe un poco.
En un plato hondo, bate los huevos junto con el resto del azúcar.
Sumerge las rebanadas de pan en la leche caliente, asegurándote de que se empapen bien pero sin que se deshagan.
Pasa las rebanadas de pan empapadas por el huevo batido, asegurándote de cubrir completamente cada una.
Calienta aceite en una sartén grande a fuego medio. Fríe las rebanadas de pan hasta que estén doradas por ambos lados, unos 2-3 minutos por cada lado. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Una vez que estén todas las torrijas fritas, puedes espolvorearlas con un poco de canela en polvo si lo deseas.
Sirve las torrijas calientes, y si prefieres, puedes acompañarlas con un poco de miel o sirope de arce por encima.