Ingredientes:
- 1 lámina de masa quebrada
- 400 g de leche evaporada
- 2 huevos
- 100 g de queso azul
- 75 g de queso mozzarella
- 100 g de queso de oveja curado
- 100 g queso de unta,
- 7 nueces para decorar
- Sal
- Pimienta
Elaboración:
- Preparación Inicial: Comenzamos precalentando el horno a 200ºC, configurando la opción de calor arriba y abajo.
- Montaje de la Masa: Colocamos una lámina de masa quebrada en un molde desmontable para tartas que previamente hemos engrasado. Sin estirar la masa, la adaptamos cuidadosamente al molde, asegurándonos de que se ajuste bien a las esquinas. Pasamos un rodillo sobre la masa para eliminar el exceso y pinchamos la base con un tenedor.
- Primer Horneado: Para conseguir una base más crujiente, cubrimos la masa con un papel de horno recortado a su forma y lo rellenamos con legumbres, que aportarán peso y mantendrán la forma. Horneamos durante aproximadamente 12 minutos a 200ºC. Luego, retiramos el molde del horno, quitamos el papel y las legumbres, y dejamos enfriar la masa.
- Preparación del Relleno: En un bol, batimos los huevos junto con la leche evaporada, añadiendo una pizca de sal y pimienta. Mezclamos bien. Cortamos en trozos pequeños el queso azul, la mozzarella y el queso de oveja, y los incorporamos a la mezcla. Agregamos el queso para untar y removemos con varillas hasta que todo esté bien integrado.
- Vertido en la Masa: Con la ayuda de un cazo, vertemos el relleno sobre la masa quebrada, cuidando de no llenarla hasta el borde, ya que la mezcla subirá un poco durante el horneado, aunque después se asentará. Para decorar, pelamos las nueces y las colocamos en mitades sobre la superficie.
- Horneado Final: Reducimos la temperatura del horno a 180ºC y horneamos la quiche durante 15 a 18 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente, y el relleno haya cuajado y esté tierno, pero no duro.
- Enfriado y Desmoldeo: Retiramos la quiche del horno y la dejamos templar un poco antes de desmoldarla.
¡Listo para servir!
