El congrio es un pescado blanco, de agua salada, que vive en las costas rocosas. Es un pez nocturno que se esconde en agujeros y cuevas de las que raramente sale de día, aunque es un tanto curioso por lo que cualquier movimiento extraño puede llevarle a salir de su escondrijo e investigar.
Su cuerpo es alargado y tiene unos dientes en forma de cuña que de un bocado pueden arrancar a sus víctimas trozos de carne.
Contaban en la antigua Grecia que Neptuno, dios del mar, cuando iba de visita al Monte Olimpo, llevaba a Zeus un congrio como ofrenda.
Entre todas las recetas posibles que existen para preparar congrio, la de hoy nos brinda la posibilidad de saborearlo con patatas y guisantes. Una cuestión a tener en cuenta, las rodajas que compremos en la pescadería que sean de congrio abierto, que es la parte de este pez que menos espinas tiene; el congrio cerrado, con muchas más espinas, es muy bueno para preparar caldo o fumé.
Ingredientes
3 rodajas de congrio
4 patatas medianas
3 dientes de ajo
Perejil
100 gramos de guisantes
1/2 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Sal
Elaboración
Ponemos en una cazuela 5-6 cucharadas de aceite de oliva, pelamos y picamos en trozos pequeños los dientes de ajo y el perejil para añadirlos a la cazuela, la colocaremos a fuego suave hasta dorar los ajos, momento en el que sumamos el vino blanco, manteniendo al fuego entre 1-2 minutos para que se evapore el alcohol.
A continuación incorporamos el congrio y agregamos una cantidad de agua suficiente como para que cubra las rodajas de congrio y las sobrepase entre 3-4 dedos, añadimos una pizca de sal y dejamos a fuego lento unos 15 minutos, , entonces sacamos el congrio a una fuente y reservamos.
Mientras tenemos el congrio cociendo, pelamos y partimos las patatas en tacos, para que, una vez que sacamos el congrio de la cazuela, echarlas en ella junto con los guisantes, si fuera necesario, añadimos algo más de agua hasta que las patatas queden cubiertas con ella, manteniendo a fuego suave durante 20-25 minutos, hasta que notemos que la patata se ablanda.
Pasado ese tiempo, volvemos a incorporar las rodajas de congrio a la cazuela, manteniendo, ahora sí todos los ingredientes juntos otros 10-15 minutos al fuego.
Sólo nos falta comprobar el punto de sal y rectificarlo si fuera necesario.
Unas rodajas de tomate, regadas con un buen chorro de aceite de oliva virgen, como acompañantes de este guiso y a comer.
¡Buen provecho!
YMI