En una cazuela, mezcla los 50 ml de agua con los 200 g de azúcar glas y calienta a fuego medio hasta formar un almíbar espeso.
Agrega la almendra molida poco a poco y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea y manejable.
Retira del fuego y deja enfriar la masa. Cuando esté fría, extiende la masa entre dos papeles de horno con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 3 mm.
Formar los Tubos de Mazapán
Corta la masa en tiras de unos 3 cm de ancho.
Enrolla cada tira de masa alrededor de un palillo de brocheta o un tubo pequeño para darles forma de «hueso» hueco.
Sella la masa para que mantenga la forma y desmóntala con cuidado del palillo. Reserva.
Preparar el Relleno de Yema
En un cazo, coloca los 100 g de azúcar y los 50 ml de agua y calienta a fuego medio para hacer un almíbar. Cocina hasta que espese ligeramente.
Mientras tanto, bate las yemas en un bol aparte.
Vierte el almíbar caliente sobre las yemas batidas en forma de hilo fino, removiendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen de golpe.
Lleva la mezcla a fuego bajo y cocina, sin dejar de remover, hasta que espese y obtenga una textura similar a una crema. Deja enfriar.
Rellenar los Huesos de Santo
Con una manga pastelera (o una bolsa de plástico con una punta cortada), rellena cada tubo de mazapán con la crema de yema.
Glaseado
Mezcla el azúcar glas con unas gotas de agua o zumo de limón hasta obtener un glaseado espeso.
Con una brocha, pinta cada hueso de santo con el glaseado.
Dejar Secar
Coloca los huesos de santo en una bandeja y deja secar el glaseado a temperatura ambiente durante unas horas.