Galletas de mantequilla

Una de las recetas más sencillas que existen para preparar galletas es la receta de las galletas de mantequilla.

Mantequilla, harina y azúcar, tres ingredientes que serán suficientes para obtener unas galletas deliciosas.

Las galletas de mantequilla, acompañadas por una deliciosa taza de café o de chocolate, son una buena propuesta para una merienda en esas tardes de frío que invitan a quedarse en casa.

 

Ingredientes

200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
100 gramos de azúcar
300 gramos de harina
1 huevo
1 cucharadita de canela

Elaboración

Comenzamos poniendo en una fuente, junto con el azúcar, la mantequilla a temperatura ambiente, cortada en dados y, ayudándonos con la batidora y sus varillas, las mezclamos muy bien hasta que el azúcar y la mantequilla se integren perfectamente y obtengamos una crema espesa, momento en el que añadimos la cucharadita de canela para continuar removiendo hasta que se mezcle con la masa.

El siguiente ingrediente a sumar a la masa será el huevo, continuamos batiendo y ahora, incorporamos la harina poco a poco, removiendo también y si nos parece que es necesario, terminamos de amasar con las manos hasta  conseguir una masa compacta con la que podamos hacer una bola.

Teniendo ya la bola, la partimos en dos mitades, les damos forma alargada, las envolvemos en papel film y las metemos en la nevera una hora y media aproximadamente.

Pasado ese tiempo sacamos las dos mitades de la nevera, las estiramos un poco con un rodillo  y las vamos  cortando en piezas de 1 cm de grosor más o menos, preparamos la fuente del horno forrándola con papel de horno y las colocamos sobre ella.

También podemos estirar la masa hasta dejarla con 1 cm de grosor aproximadamente y les damos la forma ayudándonos con moldes de galletas.

 

Introducimos la fuente en el horno a 180 grados durante 10-12 minutos y, en cuanto veamos que comienzan sus bordes a dorarse, sacamos la fuente teniendo en cuenta que, aunque parezca que están blandas según se vayan enfriando se irán endureciendo.

 

Una vez frías, las pasamos a un bote con cierre hermético y así tendremos galletas para unos cuantos días.

 

¡Buen provecho!

 

YMI

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