Espinacas en salsa de queso azul y nueces

¿Quién no recuerda a Popeye y sus increíbles músculos cuando hablamos de espinacas?

Nos decían que había que comer espinacas porque tenían mucho hierro y así estaríamos fuertes y robustos como Popeye. Pero la verdad es que las espinacas no aportan tanto hierro como nos contaban y, aunque esto sea así, siguen siendo un alimento a tener en cuenta porque son ricas en vitaminas, yodo y antioxidantes.

A la hora de comprarlas, puedes encontrarlas tanto frescas como congeladas y en cualquiera de estas dos formas mantienen sus propiedades.

La espinaca se estropea rápido. Si optas por espinacas frescas, tienes que escoger las hojas firmes, tersas, lavarlas muy bien antes de cocinarlas y, tanto frescas como congeladas, no cocerlas demasiado para que  no pierdan sus nutrientes. Encajan en variedad de recetas y ofrecen muchas posibilidades.

 

¿Comenzamos con nuestra receta?

 

Ingredientes

800 gramos de espinacas frescas
500 gramos de nata líquida
75 gramos de queso azul
10 nueces
Aceite de oliva
Sal
 

Elaboración

Comenzamos lavando las espinacas, las escurrimos y reservamos.

Pelamos las nueces.

Ponemos en una sartén unas tres cucharadas de aceite de oliva a fuego suave, cuando ya esté caliente, echamos las nueces peladas y les damos un par de vueltas. Añadimos el queso azul y dejamos que se derrita. A continuación vertemos la nata líquida y una pizca de sal, mantenemos a fuego suave entre 8-10 minutos.

Ya tenemos preparada nuestra salsa de queso azul con nueces.

En otra sartén ponemos unas cuatro cucharadas de aceite, y cuando esté caliente incorporamos las espinacas para rehogarlas.

Pasados unos 5 minutos, vertemos la salsa de queso sobre ellas, les damos un par de vueltas con una cuchara de madera.

Mantenemos en el fuego durante unos 3 minutos y ya tenemos nuestro plato listo para comer.

 

¡Buen provecho!

YMI

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