Buscando el origen  de las empanadillas, podemos encontrar referencias que indican que se trata de una preparación muy extendida, relacionada con distintas culturas.

Los romanos, los griegos y los árabes solían rellenar una especie de masa de pan con ingredientes variados, y de esta forma conseguían preservarlos durante más tiempo.

Las empanadillas admiten todo tipo de relleno, por lo que nos  podemos encontrar con tantas clases de empanadillas como rellenos decidamos preparar.

Vegetarianas, de carne, de pescado,…mil formas y mil sabores.

Y si queremos que resulten más saludables, nada mejor que optar por su preparación al horno.

 

Ingredientes

1 paquete de obleas para empanadillas
2 latas de bonito en aceite de oliva
2 huevos cocidos
100 gramos de tomate frito
1 huevo (para pintar las empanadillas)

Elaboración

Para comenzar, cocemos los huevos, dejamos que se enfríen un poco y los pelamos, los partimos en trozos pequeños y los pasamos a una fuente.

Continuamos abriendo las latas de bonito, escurrimos el aceite , desmigajamos el bonito y lo sumamos a la fuente con los trozos de huevo cocido.

Ahora, añadimos el tomate frito y mezclamos todos los ingredientes muy bien, hasta que el relleno sea homogéneo.

Con el relleno preparado, pasmos a rellenar las obleas poniendo una cucharada abundante de la mezcla en cada una y las cerramos y sellamos ayudándonos con un tenedor.

Antes de introducir las empanadillas al horno, forramos la bandeja de horno que vamos a utilizar con papel vegetal, las colocamos encima y las pintamos con el huevo batido.

Para finalizar, introducimos la bandeja en el horno, a 200 grados, durante 10-12 minutos.

Cuando veamos que las empanadillas adquieren ese color dorado que las hace tan apetitosas, ya estarán listas.

 

Las acompañamos de una ensalada fresca y …. a comer.

 

¡Buen provecho!

 

YMI

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