Calabacines rellenos de carne

El calabacín es un gran aliado para nuestro organismo. Rico en agua e hidratos de carbono, también nos aporta fibra, vitaminas, minerales y, además, suma pocas calorías.

Para aprovechar todos estos beneficios, es recomendable no pelarlos, lavándolos muy bien,  para  elaborar los platos.

A la hora de la compra, mejor escogerlos sin manchas, duros al tacto y de un tamaño no muy grande.

Su mejor momento es en verano, aunque podemos encontrarlos a la venta durante todo el año.

En la cocina, el calabacín es muy versátil, nos permite preparar variedad de platos muy sabrosos, tanto fríos como calientes, que es el caso de la receta de hoy.

Receta muy sencilla y sabrosa, los calabacines rellenos de carne pueden ser un estupendo entrante, un delicioso segundo plato o, por qué no, una cena exquisita que ponga un broche de  oro al día.

 

Ingredientes

2 Calabacines medianos
300 gramos de carne picada
½ cebolla
1 diente de ajo
150 gramos de salsa de tomate
Queso rallado
Sal
Aceite de oliva
Elaboración

Cortamos los calabacines a lo largo en dos mitades. Podemos dejarlos así o volver a contar cada mitad a la mitad, como más guste.

A continuación, vaciamos cada mitad con una cuchara y las colocamos en una fuente apta para horno. Las salamos y las regamos con un poco de aceite.

 

Precalentamos el horno e introducimos la fuente con los calabacines durante unos 15 minutos a 180 grados.

Mientras se van haciendo los calabacines, ponemos una sartén a fuego suave, con unas 4-5 cucharadas de aceite de oliva, para pochar la media cebolla y el diente de ajo, que ya habremos partido en trozos pequeños.

 

Ya pochados, añadimos a la sartén la pulpa que sacamos al vaciar las mitades de calabacín, removemos todo y, cuando veamos que la pulpa comienza a ablandarse, incorporamos la carne picada desmenuzándola con ayuda de una cuchara, mezclándola bien con el resto. Añadimos una pizca de sal.

En cuanto la carne empieza a hacerse, sumamos la salsa de tomate dándole al conjunto un par de vueltas con la cuchara para que se mezclen bien todos los ingredientes.

Mantenemos la sartén al fuego unos minutos.

Es el momento de rellenar generosamente con esta mezcla las mitades de calabacín que ya habremos sacado del horno.

Una vez rellenas, las espolvoreamos con el queso rallado y las introducimos nuevamente en el horno a gratinar. ¿Cuánto tiempo? Pues hasta que veamos que el queso tiene ese color dorado tan apetecible.

Parece que apetece un buen vino tinto para acompañar estos calabacines rellenos.

¡Buen provecho!

YMI

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