Esta es una receta típica de la cocina mediterránea.

Su origen está ligado al bacalao y al aceite., aunque siendo éstos los ingredientes principales, podemos encontrar diferentes versiones ya que, dependiendo de la zona en la que se prepare, se añaden otros, como por ejemplo ajo, patata, leche, mantequilla, especias….

Los pescadores elaboraban este plato con ingredientes que intercambiaban en los puertos. “Golpeaban” (entendamos, no en el sentido literal) el bacalao con aceite caliente hasta emulsionar la mezcla, obteniendo una masa homogénea, de textura suave y que se podía untar.

 

Ingredientes

400 gramos de bacalao
200 mililitros de aceite de oliva
100 mililitros de leche
40 gramos de harina
4 dientes de ajo
Una pizca de sal
Pimienta negra, nuez moscada,…, (si apetece añadir alguna especia)
Elaboración

Para preparar esta receta podemos elegir entre bacalao que ya viene desalado (congelado por ejemplo) o bacalao salado que tendremos que desalar poniéndolo  a remojar en agua fría, agua que cambiaremos cada 6-8 horas, durante 24-36 horas, dependiendo del tamaño de las piezas, cuanto más grandes y gruesas sean más tiempo será necesario para que desalen.

Una vez desalado, le quitamos la piel y las posibles espinas que tenga y lo desmigajamos.

Listo el bacalao, lo reservamos.

Ahora, colocamos una sartén a fuego medio con un chorro de aceite y echamos los ajos pelados y picados en láminas. Cuando hayan cogido un poco de color, incorporamos el bacalao manteniendo la sartén a fuego suave durante 3-4 minutos, tapando la sartén, moviéndola de vez en cuando, para que se haga el bacalao y suelte la gelatina.

Pasado ese tiempo, sacamos de la sartén el bacalao y los ajos a una fuente. A esa misma sartén, le echamos una cucharada de aceite, cuando esté caliente sumamos la harina para que se tueste un poco y, en cuanto esté tostada añadimos la leche removiendo para que se vaya mezclando con la harina y, cuando ya lo tenemos conseguido, sumamos el bacalao y los ajos, continuamos removiendo la mezcla para que se unan todos los ingredientes, podemos ayudarnos con varillas.

El siguiente paso será ir incorporando poco a poco el aceite restante y seguimos removiendo hasta conseguir una mezcla unida, cremosa y más o menos fina según nos guste.

 

Con esta brandada podemos rellenar unos pimientos del piquillo en conserva, podemos untar unas rebanadas de pan tostado y gratinarlas o no, podemos servirla en una fuente acompañada de pan frito,….

 

¡Buen provecho!

 

YMI

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