Durante el invierno, el bonito del norte vive en las aguas próximas a las Azores, desplazándose a finales de primavera hacia las aguas del Cantábrico, siendo la temporada de pesca del bonito de junio a septiembre, conociéndose este periodo como “la costera del bonito”, momento en el que está en su mejor momento y nada mejor que este momento para preparar y degustar bonito.
El bonito se suele despiezar en:
Cogote: jugoso y de sabor suave
Lomos: sin espinas
Rodajas: jugosas y fáciles de preparar
Cola: puede que sea la parte del bonito con menos grasa. Tampoco tiene espinas.
Ventresca: la parte más tierna del bonito.
Con tomate, con fritada, con patatas, a la plancha, en ensalada, para preparar pinchos,…, cualquier opción es buena para disfrutar de una receta con bonito.
Ingredientes:
500 gramos de bonito
1 cebolla mediana
1 limón
1 cucharada de azúcar
Aceite de oliva
Sal
Elaboración
Preparar la cebolla caramelizada será el primer paso de esta receta.
Pelamos la cebolla, la partimos en juliana y la ponemos a pochar en una sartén con tres cucharadas de aceite, los primeros 2-3 minutos a fuego medio y después mantenemos a fuego suave durante otros 30-35 minutos, vigilando que no se queme.
Con la cebolla bien pochada, añadimos la cucharada de azúcar, removemos y sumamos el zumo de medio limón dejando al fuego durante 8-10 minutos.
Ahora, salamos el bonito y lo posamos en la sartén sobre la cebolla caramelizada.
A los 2 minutos, más o menos, le damos la vuelta al bonito, rociamos con el medio limón que tenemos todavía, tapamos la sartén y dejamos que el bonito se haga unos pocos minutos más, hasta que adquiera un color claro.
Acompañamos este plato con una ensalada de tomate y un vino blanco bien fresco y a comer.
¡Buen provecho!