Los bombones son esas pequeñas porciones de chocolate, de un tamaño que permite consumirlas en un solo bocado, que pueden estar rellenas o no, que pueden llegar algún tipo de licor o no, que pueden tener algún fruto seco o no…
Existen bombones para todos los gustos.
Se cuenta que el rey francés Luis XIV, después de probar unas frutas bañadas en chocolate que le ofreció su cocinero, respondió con un “bon bon” (bueno, bueno en francés) y de ahí surgió la palabra bombón, nombre que damos en la actualidad a esas deliciosas porciones de chocolate.
Ingredientes
200 gramos de chocolate negro al 75 %
50 ml de nata
50 gramos de frutos secos tostados y picados (almendras, avellanas, pistachos,…)
Un poco de aceite de oliva para untar los huecos del molde.
Elaboración
La preparación de estos bombones es muy sencilla.
Comenzamos troceando el chocolate. Echamos los trozos en un cazo y lo ponemos a fuego suave.
A continuación añadimos la nata y removemos sin parar hasta que el chocolate se funda y se integre con la nata. Nos quedará una crema suave.
Ahora sumamos a esta crema los frutos secos picados, continuamos removiendo hasta que se mezclen bien con el chocolate.
Antes de verter esta mezcla en el molde de silicona (nos puede servir un molde de hacer cubitos de hielo), untamos cada hueco con un poco de aceite de oliva.
Sin esperar a que enfríe el chocolate, vamos rellenando los huecos del molde, ayudándonos con una cuchara, y apretando bien para que no quede aire.
Ahora, dejamos que el chocolate enfríe antes de introducir el molde n el frigorífico, donde lo dejaremos unas 2-3 horas.
Pasado ese tiempo, desmoldamos los bombones, colocándolos sobre unos moldes pequeños de papel (de los que usamos cuando preparamos magdalenas) que darán a nuestros buenos cierta elegancia.
Podemos dejarlos en la nevera y sacarlos un poco antes de servirlos.
¡Buen provecho!
YMI
